Los Juegos Olímpicos de Invierno

Los Juegos Olímpicos de Invierno son la máxima cita internacional de los denominados deportes de invierno, organizados (al igual que desde 1896 los Juegos Olímpicos de Verano) por el Comité Olímpico Internacional (COI).

Los I Juegos Olímpicos de Invierno se celebraron en 1924 en la ciudad francesa de Chamonix. Desde entonces, sus distintas ediciones se sucedieron con regularidad cada cuatro años (a excepción de las que habrían debido tener lugar en 1940 y 1944, suspendidas por la II Guerra Mundial) en las distintas sedes elegidas por el COI. Los Juegos Olímpicos de Invierno se han celebrado normalmente en el mes de febrero, precediendo en el mismo año a los Juegos Olímpicos de Verano. No obstante, desde los que tuvieron como sede Lillehammer (Noruega) en 1994, los Juegos de Invierno y Verano se alternan en los años pares.

En los Juegos celebrados en Turín en 2006 compitieron más de 2.500 deportistas, lo que constituyó un récord de participación. En este evento, el programa oficial estuvo integrado por los siguientes deportes: biatlón, bobsleigh, curling, esquí (en sus distintas modalidades: alpino, de fondo, artístico o acrobático, saltos y combinada nórdica), hockey sobre hielo, luge, patinaje (artístico, de velocidad, y en pista corta), skeleton y snowboard (en sus modalidades de eslalon y halfpipe).

El Comité Olímpico Internacional (COI)

El Comité Olímpico Internacional (COI) es el organismo internacional rector y administrador de los Juegos Olímpicos, cuya sede se encuentra en la ciudad suiza de Lausana, cerca de Ginebra. Fue fundado por el barón Pierre de Coubertin en París, en 1894, como un comité independiente que seleccionaba a sus propios integrantes, aunque para su funcionamiento inicial, fue el propio Coubertin quien eligió a los 15 primeros. Su objetivo fundacional era resucitar los juegos olímpicos de la antigüedad y crear, en torno al deporte aficionado, un espíritu de respeto, lealtad y fraternidad entre los pueblos. El emblema del COI, y de los propios Juegos Olímpicos, fue elegido para simbolizar tal ideal: una bandera con cinco aros de distintos colores y entrelazados sobre fondo blanco, que representan la concordia entre los cinco continentes.

Sus miembros están facultados oficialmente como representantes del COI ante sus propios países, no como delegados de sus países ante el COI. La mayoría de ellos son elegidos para formar parte del Comité tras haber pertenecido a los comités olímpicos nacionales de sus respectivos estados. Los primeros miembros del COI fueron en su totalidad europeos y americanos, excepción hecha de uno de Nueva Zelanda. El COI eligió sus primeros miembros asiático y africano en 1908 y 1910, respectivamente. En la actualidad, todavía europeos y norteamericanos tienen un gran peso en la constitución del Comité. Hasta 1999, los miembros del COI debían retirarse del mismo al finalizar el año en que habían alcanzado la edad de 80 años (salvo en el caso de que hubieran sido elegidos antes de 1966, en cuyo caso el cargo era vitalicio); en 1999 la edad de retirada se fijó en 70 años.

El COI determina y supervisa la sede de cada nueva edición de los Juegos Olímpicos, establece la política olímpica a nivel mundial y negocia los derechos de emisión televisiva de los Juegos. Para la organización de los Juegos Olímpicos, el COI trabaja en estrecha colaboración con los comités olímpicos nacionales de cada país, así como con la International Amateur Athletic Federation (IAAF, Federación Internacional de Atletismo Amateur), organismo internacional que gobierna el atletismo mundial, y otras federaciones internacionales responsables de las normas y reglas del deporte que rigen a nivel mundial.

El presidente del COI, que es elegido por sus miembros, está asistido por un consejo ejecutivo, varios vicepresidentes y distintas comisiones. El primer presidente del COI fue el griego Demetrius Vikélas (1894-1896). Sus sucesores fueron el propio Coubertin (1896-1925), el belga Henri de Baillet-Latour (1925-1942), el sueco J. Sigfrid Edström (1946-1952), el estadounidense Avery Brundage (1952-1972), el irlandés Michel Morris, lord Killanin (1972-1980), el español Juan Antonio Samaranch (1980-2001) y el belga Jacques Rogge (2001- ).

Debido a determinados casos de corrupción detectados en su seno (algunos de sus miembros recibieron obsequios, lo que supuestamente influyó en el sentido de su voto al decidir sedes olímpicas), el COI afrontó una profunda reforma de sus estructuras y normativas en 1999. Desde ese año, sus miembros no podrían viajar a las ciudades aspirantes a convertirse en sede de los Juegos; serían elegidos por un comité, y no por cooptación; su número, hasta entonces variable, se fijaría en 115 (15 atletas en activo, 15 presidentes de federaciones internacionales, 15 de comités olímpicos nacionales, y 70 elegidos a título individual) a partir de 2003, con un periodo transitorio hasta alcanzar dicha cifra; se retirarían a los 70 años de edad; y ejercerían su cargo durante periodos renovables de ocho años. Por lo que respecta al presidente del COI, hasta 1999 era elegido por ocho años y podía ser reelegido por periodos de cuatro, mientras que desde esta reforma sólo podría ser reelegido por un único mandato cuatrienal.

Pierre de Coubertin

Pierre de Coubertin (1863-1937)es un pedagogo y pensador francés, reformó el sistema educativo y reorganizó los Juegos Olímpicos.

Nacido en París de padres aristócratas franco-italianos, después de realizar sus estudios en un colegio de jesuitas y en la Facultad de Ciencias Políticas de París, se negó a ingresar en la carrera militar o religiosa que sus padres deseaban que estudiara. Fascinado por los escritos de Tocqueville y Taine, se trasladó al Reino Unido en busca de un modelo de reforma educativa. Fue la Rugby School, en Rugby, Warwickshire, escuela pública que visitó en 1883, la que le proporcionó el modelo de reforma que posteriormente desarrolló.

Siguiendo las ideas de Tocqueville, defendió una educación selectiva como único medio para lograr líderes para la democracia liberal. También insistió en que los deportes y el ejercicio físico tenían un papel esencial que jugar en la formación del carácter. Consideró estos y otros cambios vitales en el sistema educativo francés, todavía dominado por el espíritu napoleónico de entrenamiento y de conformidad por parte del alumno.

El barón de Coubertin promovió sus ideas escribiendo artículos y fundando numerosas sociedades deportivas. Su visión de un campeonato aficionado para el mundo deportivo se materializó al ser encargado por el gobierno francés de formar una asociación deportiva universal. En junio de 1894 invitó a la Sorbona a representantes de 14 países con el objetivo de reorganizar los Juegos Olímpicos. El barón de Coubertin fundó ese año el Comité Olímpico Internacional (COI) y lo presidió desde 1896 hasta 1925. Oportunamente, Atenas fue elegida sede de los primeros Juegos Olímpicos de verano de la era moderna (1896).

Sus publicaciones más importantes son La educación en Inglaterra (1888), Universidades transatlánticas (1890) y una trilogía pedagógica, publicada entre 1902 y 1916, que consta de las siguientes obras: La gimnasia utilitaria, El análisis universal y El respeto mutuo.

La Copa América de vela

La Copa América (vela)es una regata de yates que simboliza la supremacía internacional en competiciones de vela, en la que tripulaciones de distintos países compiten por el derecho a representarlos, en el desafío al ganador o la defensa del trofeo de la prueba. Sólo tripulaciones del país que actualmente posea la Copa América pueden competir en las regatas de defensa, mientras que las de cualquier otro pueden participar en las pruebas de desafío, sin límite en el número de barcos por país. Una serie de pruebas entre los desafiantes determina qué tripulación representará a su país y se enfrentará al ganador de las regatas de los defensores; desafiante y defensor compiten entonces por la copa en una serie de regatas.

La primera disputa del premio, originalmente conocido como Copa de la Reina, se celebró bajo los auspicios del Royal Yacht Squadron, de Gran Bretaña, como parte de una exhibición internacional en Londres en 1851. Miembros del Club de Yates de Nueva York compitieron con la goleta America, de 170 t, que en agosto de 1851 navegó contra 14 barcos del Royal Yacht Squadron en una regata alrededor de la isla de Wight. El America ganó el premio, una copa de plata. En 1857 la copa se presentó en el Club de Yates de Nueva York, como un trofeo mundial. A partir de entonces fue conocida como Copa América. Las normas del premio estipularon, entre otras cosas, que los yates competidores deberían tener una eslora no inferior a 19,81 m y que en el área de regatas únicamente podrían utilizar sus velas.

Desde 1870 a 1895, dos competidores canadienses y siete británicos fueron derrotados por los defensores estadounidenses del trofeo. Los barcos en las regatas de 1870, 1871 y 1876 fueron goletas; en 1881 fueron corbetas. A partir de entonces todos los competidores tripularon barcos de un sólo mástil, como corbetas, cúteres o barcos J. El patrón de yate británico Thomas Johnstone Lipton, realizó cinco intentos entre 1899 y 1930 para ganar la copa.

Desde 1930 hasta 1983 las regatas tuvieron lugar en Newport, Rhode Island, con una interrupción de más de 20 años debida a la II Guerra Mundial (1939-1945). Después de la guerra los competidores se desanimaron debido a los costes de construcción y mantenimiento de los barcos con la eslora requerida. Por iniciativa del Club de Yates de Nueva York, el reglamento de 1857 fue rectificado el 7 de diciembre de 1956 por el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York, para permitir una eslora no inferior a 13,41 m. De acuerdo con la sentencia del tribunal, también podrían utilizarse los yates de 12 metros. Desde 1958 la prueba se ha desarrollado sobre un campo de regatas marcado en un triángulo de 39 km; el yate que gane en cuatro de las siete mangas es el vencedor.

En 1983 el Australia II derrotó al barco de Estados Unidos Liberty, consiguiendo la primera victoria de un navío no americano en la historia de la regata y rompiendo la serie de 25 defensas con éxito por parte de los participantes estadounidenses. El evento de 1988, disputado en San Diego, California, fue el primero en el que un catamarán, el Stars & Stripes, de Estados Unidos, se enfrentó contra un yate tradicional de un solo casco. Después de ganar el catamarán, Nueva Zelanda disputó infructuosamente la victoria en los tribunales. En 1989 se establecieron las normas para los yates de la clase Copa América Internacional y se permitió participar a barcos mayores de 22,86 m. La competición de 1992 en San Diego, California, fue ganada por el representante de Estados Unidos, America 3, cuyo propietario y patrón, Bill Koch, anunció en 1994 que en la regata de 1995 su barco, Mighty Mary, tendría, por primera vez en la historia de la Copa América, una tripulación mayoritariamente femenina. Así fue, aunque ésta y otra embarcación, Young America, fueron vencidas en las regatas de defensa por el Stars & Stripes (un nuevo velero, no el catamarán de 1988). En la regata de 1995 la tripulación del Stars & Stripes defendió la copa utilizando el Young America, pero fue vencida por la neozelandesa del Black Magic, que en 2000 defendió título con éxito ante el italiano Luna Rossa. El relevo del barco de Nueva Zelanda lo tomó el suizo Alinghi, primero europeo que alzaba la Copa.

La Regata Oxford-Cambridge

La Regata Oxford-Cambridge es una competición de remo que se disputa cada año entre tripulaciones de ocho remeros de las universidades británicas de Oxford y Cambridge. Se celebra a finales del mes de marzo o principios del de abril en el río Támesis, en Londres. La travesía actual, desde Putney hasta Mortlake, 6,8 km, hace que la prueba dure menos de 20 minutos.

Conocida universalmente como la regata, es un destacado evento deportivo que convoca a millares de espectadores apostados en las orillas del río. La primera edición se celebró en Henley, en la tarde del día 10 de junio de 1829, entre Hambledon Lock y Henley Bridge. La prensa deportiva mostró un gran interés y se estimó que aproximadamente 20.000 personas fueron testigos del triunfo de Oxford (después de una colisión inicial que obligó a disputar una nueva carrera). La segunda se desarrolló en 1836, desde Westminster hasta Putney. Se convirtió en un acontecimiento anual en 1839. En 1846, 1856 y 1863 se disputó entre Mortlake y Putney, pero en el resto de las ocasiones se ha desarrollado sobre el recorrido actual. Las embarcaciones de ocho tripulantes se usaron por primera vez en 1846. A lo largo de su historia se han registrado cinco naufragios (en 1912, ambas embarcaciones lo sufrieron). El margen mayor en una victoria es de Cambridge, que ganó por veinte largos en 1900.

Hasta 2007, Cambridge ha ganado en 79 ocasiones, por 73 victorias de Oxford. En 1849 se celebraron dos regatas, en tanto que el 24 de marzo de 1877 se produjo un empate, el único hasta la actualidad.

Torneo

El Torneo, también llamado justa, es un deporte militar de la edad media en Europa, en el que los caballeros, de forma individual o en grupos, entraban en combate singular con el propósito de mostrar su valor y destreza en el uso de las armas. El torneo se celebraba, por regla general, por invitación de un príncipe que enviaba a un heraldo para anunciarlo en los dominios del príncipe y en las cortes del extranjero.

Los combatientes que habían de intervenir colgaban sus escudos de armas de los árboles, las tiendas y los pabellones alrededor de la arena, para que su inspección mostrara que por su noble nacimiento, su valentía militar y su carácter sin mácula, merecían el honor de participar en la contienda. El combate tenía lugar a caballo, aunque los combatientes que fuesen desmontados podían seguir luchando a pie.

Se utilizaban espadas y lanzas emboladas. Los torneos estuvieron más en boga durante los siglos XII, XIII y XIV. Hacia el 1500 los cambios en los usos de la vida social y en las guerras europeas transformaron el carácter de las justas: dejaron de ser combates de la realeza para formar parte de la pompa general de los Estados. El desarrollo de las armas de fuego contribuyó a convertir los torneos en un acontecimiento obsoleto.

Los juegos olímpicos en la antigüedad

Juegos olímpicos en la antigüedad, los más famosos de los cuatro juegos antiguos celebrados por los griegos; los otros tres eran los juegos ístmicos, los píticos y los nemeos. Los juegos olímpicos se celebraban en verano, cada cuatro años (periodo llamado olimpiada), en Olimpia, el emplazamiento del santuario más importante del dios Zeus. La primera olimpiada data del 776 a.C., aunque los juegos, lo más probable, es que empezaran antes.

A principios del año de los juegos, se enviaban mensajeros a todo el mundo griego para invitar a las ciudades-estado a homenajear a Zeus. Éstas enviaban delegaciones para competir en esplendor y en actividades atléticas con otras delegaciones. En las competiciones sólo podían participar hombres honorables de ascendencia griega y durante su celebración se cumplía la denominada tregua olímpica que implicaba la paralización de los conflictos bélicos.

Los juegos pasaron de ser un festival de atletismo y lucha que duraba un día, a convertirse en una celebración de cinco días con diferentes pruebas, en el 472 a.C., y en el 350 a.C. adquirieron las características definitivas que les hicieron tan célebres para la posteridad. No se conoce con precisión el orden de las pruebas, pero el primer día se dedicaba a los sacrificios. El segundo comenzaba, con toda probabilidad, con carreras pedestres, para las cuales los espectadores se reunían en el estadio, una zona rectangular rodeada por bancos de tierra en pendiente. Los otros días se celebraban luchas, boxeo y el pancracio, una combinación de las dos. En un principio, el objetivo de estos deportes era arrojar a tierra al antagonista tres veces. El boxeo se hizo cada vez más duro; al principio los pugilistas se envolvían los dedos en tiras de cuero blando para amortiguar los golpes, pero más tarde se usó cuero duro, e incluso le añadían metal para aumentar el peso. En el pancracio, el deporte más riguroso, la competición continuaba hasta que alguno de los participantes reconocía la derrota.

Aunque sólo los más ricos podían participar en las carreras de caballos, en las que cada participante era dueño de su caballo, este tipo de competición fue una de las atracciones más populares. A la carrera de caballos le seguía el pentatlón, una serie de cinco pruebas: velocidad, salto de longitud, lanzamiento de jabalina, lanzamiento de disco y lucha; se desconoce su orden exacto y el método usado para determinar al ganador. El disco era un plato de bronce, lo más probable en forma de lente; la jabalina se arrojaba con la ayuda de una cinta enrollada en el asta, que producía un movimiento de rotación dándole una mayor distancia y precisión. La prueba de salto era de longitud, no de altura. La prueba de clausura se trataba de una carrera en la que los atletas corrían con la armadura puesta. Los ganadores recibían como premio guirnaldas de olivo y otorgaban fama a sus ciudades de origen. Con frecuencia los poetas les convertían en celebridades, y vivían el resto de sus vidas a costa del erario público.

Los juegos olímpicos alcanzaron su máxima popularidad en los siglos V y IV a.C. En el 394 d.C. el emperador Teodosio I el Grande los suspendió por su simbología pagana. A finales del siglo XIX, en un contexto histórico evidentemente muy diferente se reanudaron bajo la misma denominación, Juegos Olímpicos, aunque se suele añadir el segundo adjetivo de ‘modernos’ para diferenciarlos de forma notoria de sus ilustres predecesores.

Tlachtli

El Tlachtli o Juego de pelota es una actividad practicada por las antiguas culturas precolombinas de México con un sentido religioso y ritual, que con el tiempo se despojó de su contenido cruento para pasar a dirimir conflictos locales o incluso para efectuar apuestas. No todas las canchas eran iguales ni tampoco la iconografía relativa a este juego, pero presentan una serie de características que permite hablar de una unidad en toda Mesoamérica. Todavía hoy existe en México una versión moderna del tlachtli, cuya esencia es lúdica y deportiva.

El tlachtli se jugaba con una bola maciza de caucho, a la que se debía golpear, fundamentalmente, con muslos y caderas. Los perdedores eran decapitados. Algunos historiadores sitúan sus orígenes en el 3500 a.C., y recientes investigaciones arqueológicas fechan entre el 1400 y el 1250 a.C. la construcción de escenarios para su práctica. De este modo, se detecta la existencia del juego ya en el preclásico medio; en el periodo clásico disminuyó el número de canchas, aunque al final de esta etapa se inició de nuevo su construcción, de tal manera que todas las ciudades importantes contaban al menos con una. En 1981 se conocían 651 canchas en Mesoamérica; en la actualidad superan las 1.500.

El juego en sí, conocido como tlachtli en lengua náhuatl, como pok-ta-pok en maya o taladzi en zapoteca, era una actividad religiosa en sus inicios que servía para conocer los designios de los dioses. Se disputaba sobre una superficie en forma de I mayúscula, limitada por muros verticales. En el centro, los jugadores situaban un anillo de piedra, por el que se intentaba introducir la pelota. Los jugadores portaban sobre el taparrabos un cinturón de cuero, protecciones para muslos, caderas y rodillas, y un guante. Algunos grabados indican también la práctica del tlachtli con atavíos lujosos. La pelota se conseguía a partir del látex de diferentes especies vegetales, tenía un diámetro de unos 12 cm y se fabricaba de forma masiva. Se supone que el número de jugadores variaba en las diferentes culturas. Existen grabados y pinturas que representan equipos de dos, cuatro, cinco y seis jugadores, que la noche anterior a los partidos hacían una especie de penitencia, y que para el encuentro se situaban alineados unos frente a otros. Se puntuaba haciendo tocar la pelota contra las partes no autorizadas para el juego del cuerpo del adversario o haciéndola rebotar por encima de la muralla lateral. Quien lograba introducirla por el anillo central lograba la victoria de forma automática. Los campos de juego se construían junto a los templos, siendo el ejemplo más espectacular y mejor conservado el situado en la ciudad maya de Chichén Itzá. Los conquistadores españoles y la Inquisición prohibieron el juego por considerarlo una adoración a divinidades indígenas.

Con respecto al simbolismo del juego y su iconografía, mucho se ha discutido: podría tratarse de un símbolo del fuego, de la fertilidad o estar relacionado con otros factores ceremoniales, astrales o bélicos. El juego simboliza la lucha de los contrarios (la cancha es una herida en la tierra, una entrada al inframundo, y a la vez, una posibilidad de renacimiento) y también, el sostenimiento del cosmos a través de sacrificios.

Toda una serie de símbolos y relieves ilustran los muros de las canchas: mariposas (como símbolo de la transformación), sapos, tortugas y cocodrilos (animales capaces de vivir en el agua y en la tierra), jaguares (como excelente nadador que se alimenta además de tortugas) o plantas alucinógenas (lo cual induce a pensar que fueron usadas para acceder a otro estadio de realidad). Aparece además otro símbolo, el ollín, que representa el movimiento y el equilibrio de los contrarios, el equivalente al yin y yang chino.

Historia del deporte

Historia del deporte. Imágenes relacionadas con la historia del deporte.


Hasta los pueblos más antiguos han dejado vestigios de la práctica de actividades deportivas. Incluso se pueden calificar como “proezas deportivas” actos que el hombre ha realizado desde la prehistoria: correr para escapar a los animales, saltar para franquear los obstáculos naturales, atravesar a nado los cursos de agua, lanzar armas como jabalinas o luchar cuerpo a cuerpo con sus enemigos. En la antigüedad se ritualizaron estas gestas, que quedaron asociadas a la religión o a las celebraciones. Las civilizaciones precolombinas practicaban cierto juego con una pelota (el tlachtli), los egipcios eran apasionados del tiro con arco y de las justas náuticas y, 500 años antes de que tuvieran lugar los primeros Juegos Olímpicos, los griegos ya medían sus fuerzas en carreras de carros y en combates. Muchos frescos testimonian las hazañas de los campeones de aquella época.


Los primeros Juegos olímpicos de la antigüedad, así llamados por disputarse en Olimpia, se celebraron hacia el año 776 a.C. Duraban seis días y consistían en combates y carreras hípicas y atléticas. En el siglo IV, con el declive de la civilización griega, iniciaron su decadencia. El deporte de competición no renació hasta el siglo XIX. Entretanto, se fortaleció el vínculo entre el deporte y la guerra (con el auge del tiro con arco, los torneos y la esgrima); sólo ciertas actividades como el juego de pelota en Francia o el golf en Escocia escaparon a esta tendencia general.


Las competiciones deportivas renacieron en Gran Bretaña y en los países de Europa septentrional al amparo de la Revolución Industrial. Incluso hay autores que las consideran uno de los signos identificadores de la cultura de la edad contemporánea. Durante el siglo XIX nacieron la Regata Oxford-Cambridge (disputada entre ambas universidades desde 1829), el rugby (inventado por estudiantes de la Rugby School británica) y la primera edición de la Copa América de vela (1851). Con el tiempo, el principal valor deportivo amplió su espectro; ya no se trataba sólo de competir frente a un rival, sino también de batir al propio tiempo o a dificultades y obstáculos naturales (la ciencia contribuyó a ello, proporcionando la posibilidad de medir con exactitud el tiempo y el espacio). Paralelamente fueron apareciendo el fútbol, el waterpolo, el tenis de mesa y otros muchos deportes que se consolidarían durante el siglo XX.


En 1892 el barón Pierre de Coubertin promovió la idea de restablecer los Juegos Olímpicos. Dos años después, este proyecto fue aprobado en el transcurso de un congreso en el que se fundó también el Comité Olímpico Internacional (COI). Los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna tuvieron lugar en Grecia, donde se habían celebrado siglos atrás, en 1896. Participaron sólo 13 países y 295 deportistas, pero constituyeron un gran acontecimiento y desde entonces se han celebrado cada cuatro años (excepto durante las dos guerras mundiales). Desde 1924 también tienen lugar los denominados Juegos Olímpicos de Invierno.

El Atletismo

Atletismo. Prueba de atletismo: salto de vallas


El Atletismo es un deporte de competición (entre individuos o equipos) que abarca un gran número de pruebas que pueden tener lugar en pista cubierta o al aire libre. Las principales disciplinas del atletismo pueden encuadrarse en las siguientes categorías: carreras, marcha, lanzamientos y saltos. Las carreras, que constituyen la mayor parte de las pruebas atléticas, varían desde los 50 m lisos (que tiene lugar en pista cubierta) hasta la carrera de maratón, que cubre 42,195 kilómetros. En Estados Unidos y Gran Bretaña las distancias se expresaban en millas, pero, desde 1976, para récords oficiales, sólo se reconocen distancias métricas (excepto para la carrera de la milla). En Europa y en los Juegos Olímpicos, las distancias se han expresado siempre en metros. En este artículo se usa el sistema métrico para expresar las distancias.


Las reuniones de atletismo al aire libre se celebran generalmente en un estadio en cuyo espacio central se encuentra una pista, cuyo piso es de ceniza, arcilla o material sintético. La longitud habitual de la pista es de 400 m, tiene forma ovalada, con dos rectas y dos curvas. La mayoría de los lanzamientos y saltos (denominadas pruebas de campo) tienen lugar en la zona comprendida en el interior del óvalo. Hay disciplinas especiales, como el decatlón (exclusivamente masculina), que consiste en cinco pruebas de pista y cinco de campo, y el heptalón (sólo femenina), que consta de cuatro pruebas de campo y tres carreras.


CARRERAS DE VELOCIDAD


Las carreras más cortas son las denominadas de velocidad. En pista cubierta se corren sobre distancias de 50 y 60 metros. Al aire libre, sobre 100, 200 y 400 metros. En este tipo de pruebas, el atleta se agacha en la línea de salida y, tras ser dado el pistoletazo de inicio por un juez de salida, se lanza a la pista y corre a la máxima velocidad posible hacia la línea de meta, siendo fundamental una salida rápida. Los corredores alcanzan la tracción inicial situando los pies contra unos bloques especiales de metal o plástico, llamados tacos de salida o estribos, diseñados especialmente para sujetar al corredor y que están colocados justo detrás de la línea de salida. Las características principales de un estilo eficiente para carreras de velocidad comprenden una buena elevación de rodillas, movimientos libres de los brazos y un ángulo de penetración del cuerpo de unos 25 grados.


Los corredores pueden usar diversas estrategias durante las carreras. En una carrera de 400 m, por ejemplo, el corredor puede correr a la velocidad máxima durante los primeros 200 m, relajarse en alguna medida durante los siguientes 150 m, para finalizar de nuevo con otro golpe de velocidad punta en los 50 m finales. Otros corredores prefieren correr 200 o 300 m a la máxima velocidad y luego intentar resistir el resto de la carrera. Cuando el corredor aminora la marcha, lo hace para conservar energía, que utilizará en el momento en que efectúe de nuevo un esfuerzo máximo.


VALLAS


Las pruebas de vallas son carreras de velocidad en las que los competidores deben superar una serie de diez obstáculos de madera y metal (o plástico y metal) llamadas vallas. Las pruebas de vallas al aire libre más populares, para hombres y mujeres, son los 110 m vallas (que se corren con las denominadas vallas altas), los 400 m vallas (con vallas intermedias) y los 200 m vallas (con vallas bajas). En los campeonatos nacionales en pista cubierta se suelen correr los 60 m vallas. Las vallas altas miden 107 cm de altura, las intermedias 91 y las bajas 76.


En todas las distancias, hasta los 110 m inclusive, la primera valla está a 13,72 m de la línea de salida y el resto de las vallas están separadas 9,14 m; la distancia desde la última valla hasta la meta es 14,02 metros. En distancias superiores a 110 m pero que no exceden de 200, la primera valla está a 18 m de la salida y el resto están separadas 18 metros. En los 400 m, la primera valla está a 45 m y el resto están separadas 35 m, quedando 43 m desde la última valla hasta la meta.


En la prueba femenina de 110 m vallas, la primera está a 13 m de la salida y la separación entre ellas es de 8,5 m, quedando 10,5 m desde la última valla hasta la meta.


Una buena forma de saltar vallas consiste en saltar desde lejos y salvar las barreras suavemente sin romper el ritmo de la zancada. La primera pierna que pasa la valla vuelve a la pista de forma rápida; la otra pierna, mientras tanto, supera la valla casi en ángulo recto con respecto al cuerpo. Una gran velocidad, flexibilidad y coordinación, son los elementos más importantes para tener éxito.


CARRERAS DE MEDIO FONDO


Las carreras que cubren entre 600 y 3.000 m se conocen como carreras de medio fondo o media distancia. Las más populares son las de 800 m, 1.500 m y 3.000 metros. Aunque no es una modalidad olímpica ni se disputa en los Campeonatos del Mundo, otra carrera que se mantiene en el calendario atlético es la carrera de la milla, de las que existen algunas famosas por el nombre de la ciudad donde se celebran. La prueba es muy popular y los corredores de elite la cubren con regularidad por debajo de los 3m 50 segundos. El primer corredor que logró bajar de cuatro minutos fue el inglés Roger Bannister, que en 1954 lo hizo en 3m 59,4 segundos.


Los mediofondistas deben regular su velocidad cuidadosamente para evitar quedarse exhaustos; algunos cambian de ritmo varias veces durante la carrera mientras que otros mantienen el mismo toda la prueba. El corredor finlandés Paavo Nurmi, que ganó una medalla de oro en la prueba de 1.500 m, en los Juegos Olímpicos de 1924, llevaba un cronómetro durante las carreras para comprobar su marcha. La forma de correr más apropiada para las carreras de media distancia difiere de la utilizada en las carreras de velocidad. La acción de rodillas es mucho menos pronunciada, la zancada es más corta y el ángulo hacia adelante del cuerpo es menos acusado.


CARRERAS DE FONDO


Las carreras cuya distancia es superior a los 3.000 m se denominan pruebas de fondo o larga distancia. Estas carreras son muy populares en Europa, donde se celebran con frecuencia carreras de 5.000 y 10.000 metros. El estilo utilizado por los fondistas evita cualquier exceso en los movimientos; la acción de rodillas es ligera, los movimientos de los brazos se reducen al mínimo y las zancadas son más cortas que las de las carreras de velocidad o media distancia.


Entre las carreras de fondo más agotadoras están las de cross y la de maratón. A diferencia de otras carreras de larga distancia, que se corren sobre pistas de composición variada, las de a campo traviesa o cross se disputan en escenarios naturales, generalmente accidentados. Debido a la variedad de condiciones y lugares en que tienen lugar, resulta difícil homologar récords en este tipo de carreras. Las carreras de maratón se corren normalmente sobre pisos pavimentados en circuitos urbanos. Los corredores de ambas disciplinas deben aprender a ascender desniveles con zancadas cortas y eficientes y a descender con rapidez sin agitarse ni descontrolar el paso y ritmos adecuados. Es esencial un paso uniforme y mantenido.


Las carreras de a campo traviesa exceden normalmente de 14,5 kilómetros. La distancia de la prueba de maratón es de 42,195 kilómetros. La carrera de maratón se convirtió en un acontecimiento popular a partir de la década de 1970, celebrándose carreras en numerosas ciudades del mundo, como Boston, Nueva York, Chicago, Londres, Seúl y Madrid, entre otras.


CARRERAS DE RELEVOS


Las carreras de relevos son pruebas para equipos de cuatro componentes, en las que un corredor recorre una distancia determinada, luego pasa al siguiente corredor un tubo rígido llamado testigo, y así sucesivamente hasta que se completa la distancia de la carrera. El pase del testigo se debe realizar dentro de una zona determinada de 18 m de largo. En las carreras de relevos de 400 m (cada uno de los cuatro atletas cubre 100 m, por lo que se denomina 4×100) y 800 m (4×200), el testigo pasa del corredor que lo entrega al que lo recibe cuando este último ya ha comenzado a correr, continuando el receptor la carrera. En carreras más largas, debido a la fatiga acumulada, el corredor que recibe el testigo muchas veces mira hacia atrás para recogerlo. En condiciones ideales, tanto el corredor que entrega el testigo como el que lo recibe, deben ir a la máxima velocidad y separados unos 2 m al efectuar el relevo del testigo. En estas pruebas, los miembros de los equipos que intervienen corren por una zona de la pista; para completar cada relevo el corredor debe entrar en la llamada zona de traspaso, que permite al receptor del testigo iniciar su carrera.


CARRERAS DE OBSTÁCULOS


La principal carrera de obstáculos cubre una distancia de 3.000 m, jalonada de vallas, una ría y otros obstáculos.


MARCHA


Las pruebas de marcha se corren normalmente sobre distancias que oscilan entre 1.500 m y 50 km (las principales son las de 5, 10, 20 y 50 km) y son especialmente populares en Europa y Estados Unidos. La regla principal de este tipo de carreras es que el talón del pie delantero debe permanecer en contacto con el suelo hasta que la puntera del pie de atrás deje de hacer contacto con el mismo. La regla está diseñada para evitar que los participantes corran.


SALTO DE ALTURA


El objetivo en el salto de altura es sobrepasar, sin derribar, una barra horizontal (listón) que se encuentra suspendida entre dos soportes verticales separados unos 4 metros. El participante tiene derecho a tres intentos para superar una misma altura. La mayoría de los saltadores de hoy en día usan el estilo de batida denominado Fosbury flop, denominado así en homenaje a su inventor, el saltador estadounidense Dick Fosbury, quien lo utilizó por primera vez en los Juegos Olímpicos de 1968. Para ejecutar el salto, los saltadores se aproximan a la barra casi de frente, se giran en el despegue, alcanzan la barra con la cabeza por delante, superándola de espaldas y caen en la colchoneta con sus hombros. El Fosbury flop dejó en el olvido el anterior estilo, denominado rodillo ventral.


SALTO CON PÉRTIGA


En el salto con pértiga, el atleta intenta superar un listón situado a gran altura con la ayuda de una pértiga flexible, normalmente de 4 a 5 m de longitud y que suele estar fabricada con fibra de vidrio desde que este material sustituyera al bambú y al metal, empleados hasta la década de 1960. El saltador agarra la pértiga unos centímetros antes del final de la misma, corre por la pista hacia donde se encuentra el listón, clava la punta de la pértiga en un pequeño foso o agujero que está situado inmediatamente antes de donde se encuentra la proyección de la barra, salta ayudado por el impulso proporcionado por la pértiga, cruza el listón con los pies por delante y luego cae sobre una colchoneta dispuesta para amortiguar el golpe.


Los participantes tienen tres intentos para cada altura. Tres fallos en una altura determinada descalifican al saltador. Al competidor se le concede entonces como marca personal la última altura superada durante la prueba. Se considera fallido el salto cuando el atleta: derriba el listón, pasa por debajo, coloca la pértiga más lejos de donde se encuentra el punto de impulso, cambia las manos en el agarre de la pértiga o mueve la mano de arriba durante el salto. En 1988, Sergei Bubka, considerado el mejor pertiguista de la historia, se convirtió en el primer atleta que superó los 6 m de altura. El salto de pértiga requiere una buena velocidad de carrera, fuerte musculación y una auténtica condición gimnástica.


SALTO DE LONGITUD


En el salto de longitud, el atleta corre por una pista y salta desde una línea marcada por plastilina intentando cubrir la máxima distancia posible. En pleno salto, el atleta lanza los pies por delante del cuerpo para intentar un mejor salto. Los competidores hacen tres saltos y los siete mejores pasan a la ronda final, que consta de otros tres saltos. Un salto se mide en línea recta desde la antedicha línea hasta la marca más cercana a ésta hecha por cualquier parte del cuerpo del atleta al contactar con la tierra en la que cae. Los atletas se clasifican según sus saltos más largos. El salto de longitud requiere piernas fuertes, buenos músculos abdominales, velocidad de carrera y, sobre todo, una gran potencia.


TRIPLE SALTO


El objetivo en el triple salto es cubrir la máxima distancia posible en una serie de tres saltos entrelazados. El saltador corre por la pista y salta desde una línea cayendo en tierra con un pie, vuelve a impulsarse hacia adelante y, cayendo con el pie opuesto, toma el definitivo impulso y cae, esta vez con ambos pies, en la superficie de tierra, de forma similar a como se efectúa en el salto de longitud.


LANZAMIENTO DE PESO


El objetivo en el lanzamiento de peso es propulsar una sólida bola de metal a través del aire a la máxima distancia posible. El peso de la bola en categoría masculina es de 7,26 kg y de 4 kg en femenina. La acción del lanzamiento está circunscrita a un círculo de 2,1 m de diámetro.


En la primera fase de la prueba, el atleta sujeta el peso con los dedos de la mano contra su hombro, poniendo la bola debajo de la barbilla. El competidor avanza semiagachado, para adquirir la fuerza y velocidad que transmitirá a su lanzamiento. Al alcanzar el lado opuesto del círculo, estira el brazo de lanzar repentinamente y empuja el peso hacia el aire en la dirección adecuada.


El empuje se hace desde el hombro con un solo brazo y no se puede llevar el peso detrás del hombro. Cada competidor tiene derecho a tres lanzamientos y los siete mejores pasan a la siguiente ronda de otros tres lanzamientos por atleta. Las medidas se efectúan desde el borde interno de la circunferencia del área de lanzamiento hasta el primer punto de impacto. Los competidores se clasifican de acuerdo a su mejor lanzamiento. Si el lanzador se sale del círculo, el lanzamiento es nulo.


LANZAMIENTO DE DISCO


El disco es un plato con el borde y el centro de metal que se lanza desde un círculo que tiene un diámetro de 2,5 metros. En la competición masculina, el disco mide entre 219 y 221 mm de diámetro, entre 44 y 46 mm de ancho y pesa 2 kg; en la femenina, mide entre 180 y 182 mm de diámetro, de 37 a 39 mm de ancho y pesa 1 kilogramo. El atleta sujeta el disco plano contra los dedos y el antebrazo del lado del lanzamiento, luego gira sobre sí mismo rápidamente y lanza el disco al aire tras realizar una adecuada extensión del brazo.


El círculo está marcado exteriormente por una tira metálica o pintura blanca. Dos líneas rectas se extienden hacia el exterior, desde el centro del círculo, formando un ángulo de 90º y para que los lanzamientos sean considerados válidos deben caer entre estas dos líneas. Una vez que los atletas entran en el círculo y comienzan el lanzamiento no pueden tocar el terreno de fuera del mismo hasta que el disco impacte en el suelo.


Los lanzamientos se miden desde el punto donde contactó el disco con el suelo hasta la circunferencia interna del círculo en línea recta. Cada competidor hace tres lanzamientos, después de los cuales, los siete mejores pasan a la siguiente ronda de otros tres lanzamientos. Todos los lanzamientos cuentan y los atletas se clasifican con arreglo a sus mejores marcas.


LANZAMIENTO DE MARTILLO


Los lanzadores de martillo compiten lanzando una bola pesada adosada a un alambre metálico con un asidero en el extremo. La bola, el alambre y el asa, juntos, pesan 7,26 kg y forman una unidad de una longitud máxima de 1,2 metros. La acción tiene lugar en un círculo de 2,1 m de diámetro. Agarrando el asa con las dos manos y manteniendo quietos los pies, el atleta hace girar la bola en un círculo que pasa por encima y por debajo de su cabeza, hasta la altura de las rodillas. Cuando el martillo alcanza velocidad, el lanzador gira sobre sí mismo dos o tres veces para acelerar aún más la bola del martillo y luego la suelta hacia arriba y hacia delante en un ángulo de 45º. Si el martillo no cae en el terreno de un arco de 90º, el lanzamiento no es válido. Cada lanzador realiza tres intentos, pasando los siete mejores a la siguiente tanda de otros tres lanzamientos. Se comete una falta o violación de las reglas cuando cualquier parte del lanzador o del martillo toca fuera del círculo antes de que se haya completado el lanzamiento, es decir, que el martillo se haya parado en el suelo después de caer en el mismo. Los lanzadores de martillo suelen ser altos y musculosos, pero el éxito en los lanzamientos requiere también habilidad y coordinación. En las competiciones en pista cubierta se usa un martillo de 15,9 kg de peso.


LANZAMIENTO DE JABALINA


La jabalina es un venablo alargado con la punta metálica que tiene una longitud mínima de 260 cm para los hombres y 220 cm para las mujeres, y un peso mínimo de 800 g para los hombres y 600 g para las mujeres. Tiene un asidero, fabricado con cordel, de unos 15 cm de largo que se encuentra aproximadamente en el centro de gravedad de la jabalina.


Dos líneas paralelas separadas 4 m entre sí marcan la pista de lanzamiento de jabalina. La línea de lanzamiento tiene 7 cm de anchura y se encuentra alojada en el suelo tocando los extremos frontales de las líneas de marca de la pista. El centro de este pasillo está equidistante entre las líneas de marca de pista. Desde este punto central se extienden dos líneas más allá de la línea de lanzamiento hasta una distancia de 90 metros. Todos los lanzamientos deben caer entre estas dos líneas.


Los lanzamientos se miden desde el punto de impacto hasta el punto central, pero sólo la distancia desde el lado interno del arco es válida. Los lanzadores deben permanecer en la pista y no tocar o pasar la línea de lanzamiento. Los participantes hacen tres lanzamientos y los siete mejores pasan a la siguiente tanda de otros tres lanzamientos. Las clasificaciones se basan en el mejor lanzamiento realizado por cada competidor.


En el inicio de la acción, los competidores agarran la jabalina cerca de su centro de gravedad y corren de forma veloz hacia una línea de marca; al llegar a ella, se giran hacia un lado de su cuerpo, echan hacia atrás la jabalina y preparan el lanzamiento. Entre tanto, para mantener la velocidad durante la carrera mientras se echan hacia atrás para lanzar, dan un paso lateral rápido. Al llegar a la línea de marca, pivotan hacia adelante abruptamente y lanzan la jabalina al aire. El lanzamiento se invalida si cruzan la línea de lanzamiento o la jabalina no cae primero con la punta.


DECATLÓN Y HEPTALÓN


El decatlón masculino consiste en diez pruebas que se desarrollan durante dos días y premian la versatilidad física. Las pruebas siguen este orden: 100 m lisos, salto de longitud, lanzamiento de peso, salto de altura, 400 m lisos, 110 m vallas, lanzamiento de disco, salto con pértiga, lanzamiento de jabalina y 1.500 m lisos. Las actuaciones de los atletas en las diversas pruebas se miden contra una puntuación ideal de 10.000 puntos. La puntuación mayor acumulada determina el vencedor. Las pruebas del heptalón femenino también se realizan en dos días y son: 100 m vallas, lanzamiento de peso, salto de altura, salto de longitud, 200 m lisos, 800 m lisos y lanzamiento de jabalina.


HISTORIA DEL ATLETISMO


El atletismo es la forma organizada más antigua de deporte y se viene celebrando desde hace miles de años. Las primeras reuniones organizadas fueron los juegos olímpicos que iniciaron los griegos en el año 776 a.C. Durante muchos años, el principal evento olímpico fue el pentatlón, que comprendía lanzamientos de disco y jabalina, carreras a campo traviesa, salto de longitud y lucha libre. Otras pruebas, como las carreras de hombres con armaduras, formaron parte más tarde del programa. Los romanos continuaron celebrando las pruebas olímpicas después de conquistar Grecia en el 146 a.C. En el año 394 d.C., el emperador romano Teodosio abolió los juegos. Durante ocho siglos no se celebraron competiciones organizadas de atletismo. Restauradas en Gran Bretaña alrededor de la mitad del siglo XIX, las pruebas atléticas se convirtieron gradualmente en el deporte favorito de los ingleses. En 1834 un grupo de entusiastas de esta nacionalidad acordaron los mínimos exigibles para competir en determinadas pruebas. También en el siglo XIX se realizaron las primeras reuniones atléticas universitarias entre las universidades de Oxford y Cambridge (1864), el primer mitin nacional en Londres (1866) y el primer mitin amateur celebrado en Estados Unidos en pista cubierta (1868).


El atletismo adquirió posteriormente un gran seguimiento en Europa y América. En 1896 se iniciaron en Atenas los Juegos Olímpicos, una modificación restaurada de los antiguos juegos que los griegos celebraban en Olimpia. Más tarde los juegos se han celebrado en varios países a intervalos de cuatro años, excepto durante las dos guerras mundiales. En 1913 se fundó la Federación Internacional de Atletismo Amateur (International Amateur Athletic Federation, IAAF). Con sede central en Londres, la IAAF es el organismo rector de las competiciones de atletismo a escala internacional, estableciendo las reglas y dando oficialidad a los récords obtenidos por los atletas.

Gimnasia

Gimnasia. La gimnasia requiere mucho entrenamiento

La Gimnasia es una forma sistematizada de ejercicios físicos diseñados con propósitos terapéuticos, educativos o competitivos. La gimnasia terapéutica consiste en una serie de ejercicios seleccionados que ayudan a suavizar molestias físicas o restaurar funciones a personas discapacitadas. La gimnasia educativa es un programa que instruye a los estudiantes en tácticas que comprenden fuerza, ritmo, balance y agilidad. La gimnasia competitiva consiste en series de pruebas preestablecidas, masculinas y femeninas, cada una de las cuales puntúan por separado para determinar un ganador.


GIMNASIA COMPETITIVA MODERNA


En competiciones internacionales de gimnasia masculina por equipos se compite en seis pruebas diferentes, cada una de las cuales comprende una serie de ejercicios obligatorios y otra de ejercicios opcionales o libres. Las pruebas son las siguientes:


Ejercicios de suelo. Conjunto de movimientos parecidos a la danza, con habilidades acrobáticas, realizados sin aparatos, sobre un tapiz de doce metros cuadrados.


Caballo o potro con arcos. Ejercicios realizados sobre un aparato cubierto de cuero en cuyo centro se encuentran insertados dos arcos de madera o metal, separados unos 45 cm. Los ejercicios consisten en series de movimientos pendulares continuos, realizando acciones circulares y giros con el tronco y las piernas, mientras el atleta se traslada de un lado a otro del aparato utilizando sólo las manos como apoyo.


Potro. Ejercicio en el que un aparato de 1,6 m de largo por 1,35 m de alto se sitúa de forma longitudinal en el suelo. El atleta toma velocidad y usando un trampolín para impulsarse, se lanza de un salto hacia el potro, que debe tocar con sus manos en la superficie, realizando a continuación un vuelo que incluye una maniobra acrobática, terminando con una salida controlada.


Barras paralelas. Ejercicios realizados en dos barras flexibles de madera situadas de forma paralela a una distancia entre 42 y 52 cm. Los ejercicios obligatorios engloban series de movimientos con giros, balanceos y cambios de agarre.


Barra fija. Ejercicios realizados en una barra metálica que está fijada en una estructura a una altura de 2,57 m sobre una colchoneta protectora extendida en el suelo. Los ejercicios obligatorios comprenden movimientos pendulares y giros alrededor de la barra con frecuentes cambios de agarre y dirección. En la salida del aparato se suele realizar algún tipo de acrobacia arriesgada, girando a gran velocidad alrededor de la barra y soltándose de manera que el atleta salga impulsado hacia la mayor altura posible, cayendo en la colchoneta de forma controlada y estable.


Anillas. Ejercicios que se realizan mientras se tiene agarrada una anilla de madera en cada mano, que se encuentran suspendidas por correas de una estructura fija a una altura de 2,57 m sobre el suelo y separadas unos 50 cm. Los ejercicios combinan posiciones estáticas con movimientos rápidos diseñados para poner a prueba la fuerza y la precisión del atleta.


Los equipos femeninos compiten en cuatro especialidades, cada una de las cuales también se compone de una serie de ejercicios obligatorios y otra de libres. Las pruebas son las siguientes:


Potro. Los ejercicios obligatorios son los mismos que en la prueba masculina, excepto que el potro se sitúa de forma transversal y a una altura de 1,2 m sobre el suelo.


Barras asimétricas. Ejercicios realizados en dos barras de madera con gran flexibilidad. La barra superior está a 2,3 m del suelo y la inferior, que se encuentra paralela, se coloca a una altura de 1,5 m. Los ejercicios que se realizan obligan a pasar continuamente de una barra a otra realizando giros, saltos, equilibrios, bien por encima bien por debajo de las barras, y con una entrada y salida del aparato que forma parte del ejercicio.


Barra de equilibrio. Ejercicios realizados en una viga de madera de 10 centímetros de ancho y 5 m de largo, que se encuentra a una altura de 1,2 m sobre el suelo. Los ejercicios consisten en continuos movimientos con giros, saltos y equilibrios. También puntúa la entrada y salida del aparato.


Ejercicios de suelo. Son parecidos a la prueba masculina, excepto que se realizan con música.


La corriente actual al juzgar los ejercicios femeninos de gimnasia hace hincapié en la flexibilidad de la gimnasta al ejecutarlos; como resultado, la edad de las competidoras en los últimos años ha sufrido un descenso considerable.


HISTORIA DE LA GIMNASIA


Se puede hablar de gimnasia cuando en el antiguo Egipto se realizaban las acrobacias circenses. En el siglo II a.C. los hombres y mujeres de la civilización minoica desarrollaron el arte del salto del toro: el participante corría hacia un toro que le embestía, agarraba sus cuernos y, antes de ser lanzado por los aires, ejecutaba una pirueta en el aire para intentar caer en la grupa del animal, del que se bajaba rápidamente.


En la antigua Grecia se desarrollaron tres programas distintos de ejercicios de gimnasia: uno para el mantenimiento de la condición física, otro para entrenamiento militar y un tercero como parte del régimen de adiestramiento de los atletas. Cada ciudad griega tenía un gimnasio, lugar donde se realizaban los ejercicios. Los primeros profesores griegos de mantenimiento físico (paidotribes) fueron los pioneros en diseñar sistemas de actividad física, tanto para atletas como para todos los ciudadanos. Estos programas, entre los que había ejercicios gimnásticos, eran considerados fundamentales en la educación de los niños. Los griegos creían que la unidad de mente y cuerpo podía alcanzarse sólo a través de la participación en ejercicios físicos. Los sistemas gimnásticos diseñados para preparar a los militares fueron muy usados por los romanos.


Las técnicas modernas fueron desarrolladas en Alemania en la segunda mitad del siglo XVIII. El primer profesor de gimnasia moderna fue Johann Friedrich Simon, en la escuela de Basedow, en la ciudad alemana de Dessau, en 1776. El educador Friedrich Ludwig Jahn, padre de la gimnasia moderna, fundó en 1811, en Berlín, el Turnverein, un club gimnástico que estaba presente en toda Alemania y que tenía ideales nacionalistas. Inventó ejercicios que desarrollaban la fuerza física y la autodisciplina para los que usaba piezas de aparatos estáticos. El sistema sueco, inventado por el gimnasta Pehr Henrik Ling, enfatizaba, por el contrario, el ritmo y la coordinación de movimientos a través de rutinas practicadas con aros, mazas y pelotas pequeñas.


Los emigrantes alemanes y suecos que llegaron a Estados Unidos en el siglo XIX llevaron consigo sus ideas sobre la gimnasia. Los alemanes fundaron clubes gimnásticos o turnvereins, donde las familias acudían juntas. Un sistema mixto entre el alemán y el sueco se introdujo en los programas de educación física en las escuelas de Estados Unidos hacia el final del siglo. Sin embargo, la gimnasia no ha adquirido popularidad en Estados Unidos hasta fechas recientes. En Gran Bretaña hubo incluso menor interés, excepto en círculos militares. En España, el primer centro oficial donde se practicó fue en el Instituto Real Pestalozzi, fundado por Amorós en 1806 en Madrid. No obstante, la gimnasia arraigó en algunas escuelas y se fundó la Asociación Amateur de Gimnasia en 1888. En Europa se desarrollaron clubes y otras organizaciones nacionales y en 1881 se fundó la Federación Internacional de Gimnasia (IGF).


En el año 1896 se incluyó esta disciplina en los Juegos Olímpicos pero sólo para participantes del sexo masculino. La competición femenina estuvo presente por primera vez en 1928. En las competiciones olímpicas, la actuación es moderada por seis jueces que puntúan en una escala de diez puntos. En algunas pruebas hay un grado de dificultad que se tiene en cuenta a la hora de puntuar. Los códigos de puntuación para cada prueba están determinados por la Federación Internacional de Gimnasia. Equipos de seis miembros (con uno de reserva) consiguen puntos para la suma total del grupo. Desde 1952 las pruebas de gimnasia en las Olimpiadas han estado dominadas por los participantes de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), de los países del este de Europa y Japón.


Los Campeonatos del Mundo se celebraron por primera vez en 1903 y hasta 1913 tuvieron carácter bienal; comenzaron de nuevo en 1922 y desde 1979 se han celebrado cada dos años. Los primeros Campeonatos del Mundo femeninos se celebraron en 1934. Han estados dominados por las gimnastas de la antigua URSS y Europa del Este.


Otras competiciones importantes son: la Copa del Mundo, celebrada por primera vez en 1975; los Campeonatos del Mundo Individuales que comenzaron en 1992 y en 1955 los Campeonatos de Europa que empezaron.


La gimnasia rítmica moderna se desarrolló a finales de la década de 1950. En este deporte, sólo para mujeres, las disciplinas se caracterizan por el uso de accesorios como pelotas, mazas, aros y cintas que acompañan a la música; los Campeonatos del Mundo se celebraron por primera vez en 1963 y el deporte fue incluido como disciplina olímpica en las Olimpiadas de 1984. Se instituyó una Copa del Mundo en 1983, se celebró de nuevo en 1986 y desde entonces se celebra cada cuatro años. De nuevo, las participantes de la antigua Unión Soviética y Europa del Este han sido las dominadoras de esta disciplina. Poco a poco las gimnastas españolas han ido haciéndose con esta disciplina hasta llegar a ganar la medalla de oro por equipos en las Olimpiadas de Atlanta (1996).

Halterofilia

Halterofilia. Halterofilia femenina

La Halterofilia o Levantamiento de pesas, deporte basado en el levantamiento de series de discos de metal que son progresivamente más pesados. Los practicantes de este deporte lo hacen por diversión, competición o como una forma para desarrollar su musculatura. Como deporte de competición es muy popular, especialmente en Estados Unidos, la anterior Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Alemania, Bulgaria, Polonia, Finlandia, Turquía y Cuba. Este deporte está regulado en todo el mundo por la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas. Es uno de los deportes de los Juegos Olímpicos.


EQUIPO DE HALTEROFILIA


El elemento fundamental en el levantamiento de pesas es la barra, una varilla metálica en la que se van aplicando, a ambos lados, juegos de dos platos (discos) de igual peso, para ir aumentado progresivamente el peso total. Los discos son de metal o de goma muy densa y se ajustan a la barra por medio de unos collarines o palomillas.


TIPOS DE LEVANTAMIENTOS EN HALTEROFILIA


Los participantes en pruebas de levantamiento de pesas suelen competir en dos modalidades: la denominada de dos tiempos y arrancada. En la modalidad de dos tiempos hay dos fases diferentes: en la primera, el competidor levanta la barra hasta la altura de los hombros; en la segunda, doblando mínimamente la espalda, levanta la barra por encima de la cabeza extendiendo los brazos por completo. El levantador debe mantener los pies en el mismo plano durante todo el proceso y extender en la segunda fase las piernas completamente. Hay una variante de la modalidad de dos tiempos en la que está permitido colocar los pies en diferente plano y mantener las piernas flexionadas. La mayoría de los levantadores realizan el segundo movimiento flexionando un poco las piernas y las estiran de repente, provocando un efecto muelle, momento en el que bajan el cuerpo para colocarse debajo de la barra, completando así el levantamiento.


En arrancada, el levantador agarra la barra y, en un solo movimiento continuo, la levanta hasta ponerla por encima de la cabeza. Las piernas pueden flexionarse o moverse en cualquier momento mientras dure la levantada, pero deben volver al mismo plano para finalizar el levantamiento.


COMPETICIÓN DE HALTEROFILIA


Los levantadores de peso masculinos compiten en diez categorías, dependiendo de su peso corporal. Estas categorías, designadas por el peso máximo permitido en cada una, son: 54, 59, 64, 70, 76, 83, 91, 99, 108 y superior a 108 kilos. Las mujeres tienen nueve categorías, la más ligera llega hasta los 46 y la más pesada, igual o superior a 83 kilos.


En las olimpiadas o campeonatos internacionales, los competidores, en la modalidad de arrancada, suelen levantar de 41 a 68 k por encima de su peso corporal y en la modalidad de dos tiempos, de 82 a 100 k. El levantador que consiga levantar el mayor peso agregado en ambas modalidades gana la competición. Si dos competidores de la misma categoría levantan el mismo peso, se declara vencedor al de menor peso corporal.


En la década de 1980 los levantadores de la URSS dominaron las competiciones internacionales en la categoría de más de 108 k, alcanzando y excediendo los 210 k en arrancada y los 265 k en la modalidad de dos tiempos, para un total de 465 k. Hasta 1956 no se reconocieron las pruebas de levantamiento de pesas con una sola mano en competiciones internacionales.

El Ciclismo

Ciclismo,ciclista practicando el ciclismo.

El Ciclismo es un deporte que incluye distintas modalidades y disciplinas que tienen en común la utilización de la bicicleta.


Los ciclistas están considerados como deportistas especialmente esforzados, capaces de soportar un alto grado de sufrimiento, tenaces, valerosos y están necesitados de las mejores virtudes derivadas del compañerismo para poder alcanzar sus fines personales o colectivos. Los accidentes geográficos y las inclemencias meteorológicas son, en lugar de obstáculos, alicientes de toda carrera ciclista.


Los testimonios más antiguos sobre este, hoy popular, vehículo se remontan hasta las antiguas civilizaciones de Egipto, China e India. Pero el auténtico antecesor de la bicicleta fue el celerífero, aparato consistente en dos ruedas de madera unidas por una barra de un metro de longitud, del mismo material, y que se desplazaba gracias al impulso de los pies sobre el suelo. Fue presentado por el francés De Sivrac a la corte de Versalles en 1790.


Casi treinta años más tarde, en 1818, el alemán Karl von Drais unió la rueda delantera a un manillar de dirección móvil. Entre 1830 y 1840, el escocés McMillan añadió el juego de pedales y un tosco sistema por el que transmitir la pedalada a la rueda trasera. Pierre Sallemont agregó un juego de pedales en la rueda delantera en 1855. Ernest Michaux perfeccionó el sillín en 1861, el mismo año que aparecieron los rodamientos a bolas; su hermano Pierre fijó los pedales a la rueda delantera. Había nacido el velocípedo o michaudina, que fue completado por Sargent en 1865, con el añadido de la cadena.


En 1867 las ruedas eran metálicas; en 1875 se introdujeron las de goma maciza y en 1889 John Boyd Dunlop inventaba la cámara —aro tubular de caucho relleno de aire, que aísla la rueda propiamente dicha del suelo—. La estructura fundamental de la bicicleta estaba ya diseñada, aunque su peso no bajara entonces de 40 kg y sus posibilidades motrices fueran sólo rudimentarias.


DISTINTOS ELEMENTOS DE LA BICICLETA


En la actualidad, la bicicleta, el instrumento principal del ciclista, se compone de una serie de elementos que se describen a continuación. El cuadro, esqueleto o soporte de los restantes elementos, compuesto por tubos de materiales tan diversos como el aluminio o la fibra de carbono. El sistema de dirección, cuyo elemento fundamental es la horquilla, con diseños diferentes para las distintas modalidades ciclistas. El sillín, donde se sienta el ciclista. Las ruedas, que pueden ser radiales, de bastones o lenticulares. Son accionadas por los pedales, que transmiten el impulso de las piernas del ciclista a los platos que forman el pedalier, por lo general varios y de distintos desarrollos. Los platos están unidos a los piñones fijados en la rueda trasera por medio de la cadena. Se denomina desarrollo a la relación numérica entre los dientes de uno y otro; marca la distancia que recorre la bicicleta en cada pedalada. El sistema de frenado, compuesto por una vía de transmisión desde una palanca situada en el manillar hasta las zapatas que, por presión, detienen el movimiento de las ruedas.


EQUIPAMIENTO DEL CICLISTA


Los principales componentes del equipo de un ciclista profesional son los que siguen. La camiseta o maillot, parte superior de la indumentaria, adornada con los colores de su equipo o con los que señalan los diferentes trofeos en las pruebas. Así, por ejemplo, el ganador del Campeonato del Mundo puede lucir, durante el año que dura su reinado, el maillot arco iris. El culotte, o pantalones ajustados al muslo que llegan hasta casi la rodilla. Están acolchados en su interior, con el fin de mitigar, en lo posible, la irritación causada por el roce continuo con el sillín. Las zapatillas, que poseen unas fijaciones especiales que encajan en el pedal. El casco —obligatorio en las carreras de aficionados y opcional en las de profesionales— que actualmente ha adquirido, sobre todo para las pruebas contrarreloj, características aerodinámicas muy espectaculares.


PRINCIPALES PRUEBAS Y MODALIDADES


El desarrollo de las distintas modalidades y pruebas ciclistas es contemporáneo a la evolución del aparato y predominante en sus fórmulas actuales desde las primeras décadas del siglo XX. Su principal división es la que separa las pruebas en pista (ya sea cubierta o descubierta) de las pruebas de carretera, más populares y en las que, por lo general, se han asentado las leyendas de sus grandes héroes. Unas y otras tienen en común el sistema de medida, cifrado por el tiempo empleado en cada prueba. La primera competición de la que se tiene noticia se celebró en el Parque de Saint-Cloud de París, en 1868, y fue ganada por el inglés James Moore, que se supone llevaba ruedas metálicas.


La primera prueba en carretera propiamente dicha fue el recorrido de 33 km que separa a las ciudades italianas de Florencia y Pistoia, ganada por el estadounidense Rynner van Neste en 1870. Le siguieron la Vuelta al Lago Léman, en Suiza, en 1879, y la conocida desde siempre como el infierno del Norte, la París-Roubaix, organizada por primera vez en 1896, que circula sobre 22 tramos de pavés.


El primer Campeonato del Mundo en pista cubierta tuvo lugar en Aylestone Roads (Leicester, Gran Bretaña) en 1883. Resultó vencedor el francés Frédéric de Civry. Diez años más tarde, en 1893, el también francés Henri Desgranges, registraba el primer récord mundial de la hora, con unos nada desdeñables 35,325 km, recorridos sobre el circuito del velódromo Buffalo, en París.


En esta última etapa del siglo XIX nacieron las primeras publicaciones deportivas consagradas exclusivamente al deporte del pedal y, también, la gran mayoría de las que se dedicaron al deporte en general.


Pero fue ya iniciado el siglo XX cuando, gracias a ciertos entusiastas, apoyados todos curiosamente por publicaciones deportivas, nacieron las grandes carreras en ruta por etapas: el pionero Tour de Francia (el 1 de julio de 1903, de la mano del ya citado Henri Desgranges, apoyado en el predecesor de L’Équipe, L’Auto), el Giro de Italia (concebido por Costamagna, Cougnet y Morgagni, miembros del equipo directivo de La Gazzetta dello Sport, para el mes de mayo de 1909) y, más tardíamente, la Vuelta Ciclista a España (cuya primera edición se celebró en 1935, por iniciativa de Juan Pujol, del diario Informaciones, pero que había tenido su antecedente en la Volta a Catalunya, celebrada desde 1911). La principal prueba en ruta por etapas sudamericana, la Vuelta Ciclista a Colombia, no comenzaría a celebrarse hasta 1951.


Todas ellas tienen en común el ser carreras por etapas, es decir, se caracterizan por disputarse cada día una sección, más o menos larga y de características variables, del recorrido total, que se realiza, en la mayoría de los casos, a lo largo de tres semanas. Participan en ellas equipos, no individualidades, por más que cada equipo tenga un líder (conocido como jefe de filas), al que los demás componentes (denominados gregarios), ayudan a alcanzar el triunfo.


Los principales trofeos concedidos por la mayoría de las grandes carreras premian a los respectivos vencedores de la Clasificación General Individual, del Premio de la Regularidad o Clasificación General por Puntos, del Gran Premio de la Montaña, de la Clasificación General de Metas Volantes, así como al equipo que ocupa la primera posición en la Clasificación General por Equipos y al corredor vencedor de cada etapa.


En la actualidad, en cada meta espera a los ciclistas una caravana que incluye reclamos publicitarios de los patrocinadores, emisoras de radio y de televisión, así como una multitud creciente de aficionados. Tras el pelotón o grupo de corredores marchan los coches de los directores de equipo y los entrenadores, masajistas, mecánicos, médicos y demás personal auxiliar.


Además de las grandes rondas por etapas ya citadas, se celebran otras, muchas de las cuales tienen una duración menor a las tres semanas. Así, por ejemplo, la Vuelta a Suiza o la París-Niza, con sólo siete etapas. En España se disputan la ya mencionada Volta a Catalunya, la Vuelta a Andalucía, la Vuelta al País Vasco, la Vuelta a Asturias y la Vuelta a Aragón, entre otras.


Se denominan clásicas a las carreras en ruta de un solo día de duración. Entre las más conocidas destaca la prueba italiana que abre el calendario de la competición ciclista, la Milán-San Remo, cuya primera convocatoria se remonta a 1907. También se disputan en la actualidad la Vuelta a Flandes (1913), el Giro de Lombardía (1905) y la Lieja-Bastogne-Lieja (1890).


Entre las competiciones de un día merece especial mención la prueba de fondo en carretera del Campeonato del Mundo; tiene características especiales, ya que su trazado cambia cada año según el país en el que se celebre. Iniciada en 1921 para aficionados, desde 1927 admite profesionales. En 1994 se incluyó también una prueba contrarreloj individual.


En el transcurso de una carrera por etapas se reconocen distintos momentos y pruebas. En las etapas contrarreloj los corredores salen de uno en uno, con intervalos de tiempo variables, en función de cada tipo de competición, y en las que se mide el tiempo que se tarda en recorrer un trazado predeterminado. Las pruebas contrarreloj pueden ser individuales o por equipos. En el primer caso computa el tiempo de cada corredor en su cuenta particular; en el segundo, el tiempo del equipo lo marca el del quinto corredor del mismo que atraviesa la meta. Si en vez de un terreno preferentemente llano, la contrarreloj se efectúa en la subida a un puerto de montaña, la prueba se denomina crono-escalada. Las etapas más esperadas por los aficionados son las de montaña, muchas veces calificadas como de media montaña (si no incluye grandes cimas, pero sí frecuentes desniveles y repechos) o de alta montaña (si suponen el paso por altas cotas). En las distintas pruebas, los puertos de montaña suelen ser clasificados en una gradación que va desde los de cuarta categoría (pequeñas tachuelas) hasta los de categoría especial (los grandes colosos orográficos: Alpe d’Huez en el Tour, Mortirolo en el Giro y Lagos de Covadonga en la Vuelta a España serían tres válidos ejemplos). El descenso de esos mismos puertos, durante el que se alcanzan velocidades superiores los 100 km/h, requiere un arrojo singular y ha sido testigo de multitud de accidentes, algunos de ellos mortales. Uno de los grandes espectáculos que pueden contemplarse en el transcurso de una carrera son las escapadas, en las que uno o varios corredores aumentan su velocidad en un rápido y frenético cambio de ritmo con el fin de alejarse lo más posible del pelotón. El sprint es otra de las circunstancias supremas del ciclismo en carretera. Esa aceleración final, tras muchos kilómetros de etapa, se produce cuando los corredores llegan agrupados en pelotón a la meta.


Las pistas de los velódromos son ovaladas, de dimensiones variables —pero de un mínimo de 333,33 m para las competiciones internacionales—, con una superficie de asfalto, hormigón o cemento al aire libre y madera o macadan en pista cubierta, peraltadas en todo su recorrido, sobre todo en las curvas, para permitir las aceleraciones y altas velocidades con menor peligro para los ciclistas y una sucesión de líneas de dentro a fuera: una negra, de 20 cm de anchura que señala el límite de la zona de rodaje, otra roja, a 90 cm del borde, que marca la zona en la que pueden correr los velocistas y otra más, azul, situada a un tercio de la anchura total, para los especialistas de persecución tras moto y medio fondo. La meta y contrameta están marcadas por dos líneas de color blanco y una negra en su centro.


Las principales pruebas de pista son las que siguen. Velocidad, corren de dos a cuatro ciclistas, que dan tres o más vueltas al circuito, según sus dimensiones. Se contabiliza la velocidad alcanzada en los últimos 200 metros. Kilómetro contrarreloj, que no es otra cosa que lo que su propio nombre indica. Prueba de la hora, donde se contabiliza el recorrido efectuado en ese tiempo. Persecución, que puede ser individual (cuando dos corredores parten desde extremos opuestos de la pista y tratan de alcanzarse) o por equipos (en cuyo caso se siguen dos de cuatro miembros cada uno). Carreras por puntos, veinte corredores compiten anotando un número de puntos variable según su puesto al pasar por meta en vueltas predeterminadas. Eliminación, semejante a la anterior, pero en la que se elimina en vueltas determinadas al último corredor en atravesar la línea de meta. Por último, las pruebas tras moto, ya en modalidad keirin (dos o más corredores cada uno tras una moto y su resolución en un sprint final) o en modalidad stayer (se sigue la rueda de la motocicleta, sin llegar nunca a tocar una barra ajustada a su tren posterior).


Otro tipo de pruebas que tienen lugar al aire libre son las de ciclocross (nacido en Francia a finales del siglo XIX y que deriva de los ejercicios militares), en las que los participantes siguen un recorrido a través de pistas embarradas y obstáculos, así como las de mountain-bike o ciclismo de montaña.


El ciclismo fue deporte del programa oficial de los Juegos Olímpicos desde que se celebrara su primera edición de la era moderna en 1896. Pero no fue hasta los celebrados en Atlanta en 1996, cuando se permitió en ellos la presencia de corredores profesionales. En aquella cita brillaron con luz propia los españoles Miguel Induráin y Abraham Olano, medallas de oro y plata respectivamente en la prueba contrarreloj individual, y la corredora francesa Jeannie Longo, medalla de oro en ruta y de plata en la contrarreloj individual.


La bicicleta es también protagonista de una de las tres pruebas de que consta el triatlón.

El Boxeo

Boxeo. Compatientes de boxeo en pleno compate


El Boxeo es un deporte en el que dos personas combaten entre sí, únicamente con sus puños. Un combate de boxeo se desarrolla bajo unas reglas establecidas y cuenta con un árbitro, jueces y un cronometrador. El término pugilismo (del latín pugil, ‘boxeador’) también se usa a veces para referirse a este deporte. El objetivo de cada púgil es golpear a su oponente, para intentar provocar su caída e incapacitarle para volver a ponerse en pie y defenderse antes de transcurrir diez segundos. Muchos combates se deciden por puntos. En Gran Bretaña, la Asociación de Boxeo Amateur estableció por primera vez un sistema de puntos. Hoy en día existen en el mundo distintos sistemas de puntuación. Durante muchos años, el boxeo profesional británico ha utilizado el sistema de cinco puntos, pero en 1973 se adoptó el de diez puntos, que es el más empleado en el mundo. Al mejor boxeador se le conceden diez puntos en cada asalto; si las acciones de ambos púgiles son valoradas de igual forma se les da el máximo a los dos. Los puntos se consiguen por conectar golpes limpios con la zona de los nudillos del guante, lanzado con el puño cerrado a cualquier parte frontal o lateral de la cabeza o del cuerpo por encima del cinturón; por un buen trabajo defensivo en la guardia, por esquivar y por zafarse. Cuando ambos contendientes están igualados en todo lo anterior, la puntuación máxima se le concede al más agresivo o al que muestre mejor técnica. En Gran Bretaña el boxeo profesional es juzgado por un árbitro mientras que en la mayoría del resto de los países hay un árbitro y dos jueces y la decisión se da por voto mayoritario. En su origen se usó el término prizefighting (‘lucha por el premio’) cuando se hacía una apuesta de dinero, pero el término boxeo profesional tiene ahora el mismo significado. El boxeo amateur se refiere a combates en los que no hay dinero en la apuesta.


HISTORIA DEL BOXEO


En la antigua Grecia el boxeo era un deporte popular y formaba parte de los juegos olímpicos. En Roma, los boxeadores llevaban el cestus, un protector metálico para las manos tachonado de clavos con el que mutilaban e incluso mataban a sus rivales, a veces como parte de un espectáculo de gladiadores. La popularidad del deporte declinó con la caída del Imperio romano de Occidente. El primer registro de un combate de boxeo en tiempos modernos aparece en Inglaterra en 1681, cuando el duque de Albermarle organizó un combate entre su mayordomo y su carnicero. En el siglo XVIII, el boxeo resurgió en Londres en forma de combates en los que los contendientes luchaban por dinero y sin guantes, mientras los espectadores hacían apuestas sobre el resultado.


El primer boxeador reconocido como campeón de los pesos pesados fue el inglés James Figg, en 1719. En 1743, un campeón posterior, John Broughton, formuló un conjunto de reglas en el que se recogían algunas prácticas y se eliminaban otras, como golpear al oponente cuando estaba caído en el suelo o tirar de los pelos, para suavizar la dureza de los combates. Las reglas de Broughton rigieron el boxeo hasta 1838, año en que entraron en vigor las reglas originales del London Prize Ring, basadas en las de Broughton. Después de ciertas modificaciones realizadas en 1853, estas reglas estuvieron en vigor hasta finales del siglo XIX cuando comenzaron a aplicarse las reglas de Queensberry, redactadas en 1865 por el marqués de Queensberry.


Las reglas de Queensberry contribuyeron a mejorar la imagen del boxeo, rechazando su fama de disputa salvaje y brutal e incidiendo en sus aspectos como arte de la esgrima, esquiva y habilidad. Las nuevas reglas prohibieron las peleas con los puños desnudos, la lucha libre, abrazar, golpear al oponente cuando se encuentra indefenso y las peleas sin tiempo límite. Bajo las reglas de Broughton, un boxeador que hubiera sido tumbado disponía de 30 segundos para adoptar de nuevo una actitud pugilística, a una distancia de 90 cm de su oponente; si fuera necesario podía ser ayudado por su entrenador y si el boxeador no lo conseguía se le consideraba derrotado. Bajo las reglas del London Prize Ring, el boxeador tenía 8 segundos, una vez transcurrido el lapso de los 30, para alcanzar sin ayuda una marca situada en el centro del ring y un asalto finalizaba cuando un boxeador era tumbado. Bajo las reglas de Queensberry, los combates se dividieron en asaltos de tres minutos, con un minuto de descanso entre ellos. El contendiente que permaneciera tumbado o sobre una rodilla durante 10 segundos perdía el combate. Las reglas también estipulaban que los combates debían desarrollarse en un espacio cuadrado y rodeado de cuerdas llamado ring, con unas medidas de 7,3 m de lado, y clasificaban a los luchadores, con arreglo a su peso, en diferentes categorías.


El último campeón de los pesos pesados con los puños desnudos fue el estadounidense John L. Sullivan, que peleó y ganó el último combate autorizado de este tipo en 1889 contra Jake Kilrain. Peleando con guantes bajo las reglas de Queensberry, el popular Sullivan perdió el campeonato de los pesos pesados contra James Corbett en Nueva Orleans (Luisiana) el 7 de septiembre de 1892. Las reglas de Queensberry han permanecido hasta la actualidad como código de conducta del boxeo profesional.


BOXEO PROFESIONAL


A lo largo del siglo XX, el boxeo profesional ha sido objeto de un mayor control por los distintos organismos nacionales e internacionales, habiendo sido establecidas diversas normativas muy específicas acerca de: la construcción del ring (que debe tener de 4,9 a 6,1 m); el peso mínimo de los guantes acolchados (entre 170 y 227 gr); el número máximo de asaltos (normalmente doce combates); la conducta de los árbitros y los jueces; definiciones y penalizaciones de faltas y sistemas de puntuación para decidir el vencedor de los combates que no acaben por fuera de combate (knockout o K.O.). Los códigos definen también los motivos por los que un combate debe ser detenido por el árbitro para evitar lesiones graves en los contendientes que no han sido noqueados pero que ya no pueden defenderse por sí mismos al encontrarse en condición de inferioridad. Esta decisión está considerada en los registros oficiales como un K.O. y no como se entiende a menudo como un K.O técnico (TKO), que ocurre cuando un boxeador no es capaz de acudir a la llamada de la campana para el siguiente asalto y reanudar la pelea. El combate se considera entonces terminado.


Aunque existen 17 categorías reconocidas de pesos, la mayoría de los boxeadores profesionales compiten sólo en ocho de ellas. Estas clases con su peso máximo son: mosca (50,7 kg), gallo (53,5 kg), pluma (57,1 kg), ligero (61,2 kg), welter (66,6 kg), medio (72,6 kg), semipesado (79,4 kg), crucero (88,5 kg) y pesado (91 kg y superiores).


Durante muchos años ha reinado una gran confusión en el mundo del boxeo profesional debido al número de organismos rectores. En 1962 la Asociación Nacional de Boxeo, formada en Estados Unidos en 1920, se convirtió en la Asociación Mundial de Boxeo (WBA). Esta organización reconoce campeones mundiales, pero más próximo a un organismo rector internacional se encuentra el Consejo Mundial de Boxeo (WBC), fundado en la ciudad de México en 1963. La situación se ha complicado más con la creación de la Federación Internacional de Boxeo en Estados Unidos en 1983 y la Organización Mundial de Boxeo (WBO) en 1988. Todos estos órganos tienen sus propias listas de campeones que, a menudo, son muy diferentes entre sí. En consecuencia, cuatro boxeadores pueden reclamar simultáneamente el título mundial de una determinada categoría.


Los campeones estadounidenses de los pesos pesados han estado entre los más destacados practicantes de este deporte y han inspirado gran respeto por su pegada, tanto en el ámbito nacional como internacional. Jack Dempsey ganó el campeonato de los pesos pesados en 1919 y defendió su título en 1921 contra el boxeador francés Georges Carpentier, en lo que fue la primera pelea con un millón de dólares de ingresos de taquilla. Joe Louis mantuvo el campeonato de los pesos pesados más tiempo que ningún otro boxeador, desde 1937 hasta 1949, y lo defendió con éxito en 25 ocasiones. Después de ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1952, Floyd Patterson ganó el título de los pesos pesados en 1956 y se convirtió en el primer campeón de esta categoría que reconquistó su título después de derrotar, en un combate de revancha, al púgil sueco Ingemar Johansson en 1960. En 1962 Patterson fue derrotado por Sonny Liston, que fue uno de los boxeadores de pesos pesados con mayor fortaleza de todos los tiempos. Liston, posteriormente, perdió el título en 1964 ante quizás el mejor y más popular boxeador de todos los tiempos, Muhammad Alí (que peleó con su nombre de pila, Cassius Clay, hasta finales de ese año). Con su fuerza, velocidad y conocimiento del ring, Alí revitalizó la categoría de los pesos pesados y alcanzó gran popularidad en todo el mundo gracias a su carismática personalidad. Mike Tyson estuvo considerado la máxima figura de la década de 1990, hasta ser derrotado por Evander Holyfield.


Boxeadores renombrados de otras categorías fueron el peso welter y medio estadounidense Sugar Ray Robinson; el panameño Roberto Durán (que consiguió títulos mundiales en las categorías de peso ligero, welter, superligero y medio); el estadounidense Sugar Ray Leonard (que ganó una medalla olímpica en 1976 y obtuvo títulos mundiales en cinco categorías diferentes: welter, superligeros, medio, supermedio y semipesado); y el boxeador mexicano Julio César Chávez (que ganó títulos mundiales en las categorías de superpluma, ligero y superligero y que está considerado un auténtico héroe en su país). España ha tenido varias figuras destacadas en este deporte, entre ellas José Legrá, dos veces campeón del mundo de los pesos pluma.


BOXEO AMATEUR


El boxeo amateur se organizó en Gran Bretaña a finales de la década de 1860 y la Asociación de Boxeo Amateur (ABA) celebró sus primeros campeonatos en 1881. A comienzos de 1900 varios países tenían sus propias asociaciones de boxeo amateur. El boxeo formó parte de los Juegos Olímpicos de 1904 y, de forma ininterrumpida hasta la actualidad, desde 1920. Los Campeonatos de Europa amateur se celebraron por primera vez en 1924, en París. En 1946 se formó la Asociación Internacional de Boxeo Amateur, que es el órgano rector a escala mundial. En Estados Unidos el boxeo amateur está controlado por organismos como la Federación de Boxeo Amateur de Estados Unidos y la Asociación Guantes de Oro de América. Todos los boxeadores amateur están clasificados dentro de las doce categorías de peso olímpicas, en las que se encuentran, además de las ocho mencionadas: supermosca, welter júnior, medio júnior y superpesado. Los combates no superan los tres asaltos de 2 o 3 minutos cada uno. Los guantes son más pesados que los de los boxeadores profesionales y se usan chichoneras como elemento de protección.


Los Campeonatos del Mundo amateur se celebraron por primera vez en La Habana en 1974. La mayoría de los campeones, en todas las categorías, provienen de Estados Unidos, Cuba y, hasta su desaparición, de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Lucha libre

Lucha libre olímpica. Luchadores practicando la lucha libre

La Lucha libre es un deporte en el que un contendiente compite con otro usando varias presas y técnicas intentando que el oponente toque el suelo con los hombros, lo que significa un derribo para ganar el combate. Si ningún luchador consigue anotar un derribo dentro del límite de tiempo, el ganador se determina por un sistema de anotación de puntos. Todos los combates de lucha están supervisados por árbitros que aplican las reglas del deporte.


En el mundo hay dos estilos básicos de lucha, la grecorromana y la lucha de estilo libre, aunque hay otras formas de lucha que son características de diferentes culturas.


LUCHA OLÍMPICA


Las reglas básicas y los procedimientos de anotación para el estilo libre y la lucha grecorromana son los mismos, tal y como determina la Federación Internacional de Lucha Amateur (FILA), fundada en 1921. Los combates de lucha olímpica tienen un asalto único de cinco minutos que finaliza cuando un luchador consigue un derribo, o si al final del tiempo reglamentario del combate un luchador ha conseguido más puntos que su oponente. Bajo las reglas actuales, si ninguno de los dos oponentes consigue al menos tres puntos en los cinco minutos del asalto, deberán luchar un periodo de tres minutos más como máximo; si al finalizar el tiempo extra ningún luchador ha conseguido tres puntos, o si el combate sigue todavía empatado, los jueces determinan el ganador. Los puntos que se consiguen por las diferentes maniobras (agarres, reversos, escapes, inmovilizaciones), son los mismos en ambos estilos de lucha.


LUCHA GRECORROMANA


La lucha grecorromana es muy popular en Europa, pero se practica en todo el mundo. La diferencia básica de este tipo de lucha es que los contendientes deben aplicar todas las presas por encima de la cintura y está prohibido usar las piernas para puntuar o defenderse. Los luchadores comienzan el combate puestos de pie e intentan arrojar a su oponente al suelo o usar llaves para conseguir derribarlo.


LUCHA DE ESTILO LIBRE


Las reglas del estilo libre permiten a los contendientes usar todo su cuerpo en la competición, admitiendo mayor variedad de presas que la grecorromana. Los agarres por debajo de la cintura y el uso de las piernas están permitidos. El estilo libre es el tipo de lucha más popular y en el que participan más países en el campeonato del Mundo que se celebra anualmente.


La lucha de estilo libre en categorías femeninas tiene un auge creciente en todo el mundo. En la década de 1980 se creó un campeonato del mundo femenino y cada año acuden más países con sus equipos de lucha.


PROCEDIMIENTOS GENERALES DE PUNTUACIÓN


Con las diferencias ya mencionadas, hay cuatro procedimientos generales de puntuación, comunes para la lucha de estilo libre y la grecorromana:


1. Se consigue un derribo (caída), cuando en una colocación de ambos luchadores de pie uno de ellos consigue tumbar a su oponente en el suelo. Se obtienen puntos adicionales cuando el luchador consigue poner de espaldas en el suelo a su oponente. Algunos derribos normales comprenden presas con una pierna, con dos piernas, presas de cabeza, presas de cuerpo, contracciones y muchas otras.


2. Los reversos se consiguen cuando un luchador, controlado en el suelo por su oponente, efectúa un movimiento que le permite asumir una posición de control encima de su rival, invirtiendo la situación. Reversos normales comprenden cambios, rodadas y elevaciones por las caderas.


3. Exponer la espalda del oponente en dirección al suelo es una técnica de puntuación en todos los estilos de lucha. En lucha libre internacional, lo que un luchador persigue para obtener puntos es inclinar la espalda de su oponente hacia el suelo, superando un ángulo de 90º. En lucha libre colegial, el luchador no sólo debe inclinar la espalda del rival hacia el suelo, sino sujetar la espalda en esta posición para conseguir puntuar. Algunas combinaciones normales de presas en competiciones internacionales son: media-nelson, obstrucción de brazo, guadaña y dislocación de vientre.


4. Los escapes puntúan cuando un luchador que está controlado por su rival en el suelo se libra y se pone de pie enfrente del oponente.


LUCHA LIBRE PROFESIONAL


La lucha libre profesional era muy popular en el siglo XIX. Los primeros luchadores profesionales actuaban en carnavales, donde atraían grandes muchedumbres ofreciendo premios en dinero a cualquiera que consiguiera vencerlos. La victoria la conseguía el luchador que primero tirara al suelo dos veces al contrincante. Los combates (que no tenían límite de tiempo) se realizaban a menudo de forma mixta, esto es, una caída en lucha de estilo libre y otra en lucha grecorromana. El estilo que se utilizaba en la tercera caída, si era necesaria, se sorteaba con una moneda. La lucha libre profesional alcanzó su auge durante las primeras décadas del siglo XX antes de dar paso a la lucha libre de exhibición.


La lucha libre de exhibición es hoy la única forma popular de lucha libre profesional. Debido a que el principal motivo de la citada lucha es el entretenimiento, tanto la acción como la puesta en escena de los combates, se preparan con antelación con un sentido dramático o humorístico. La acción tiene lugar en un ring almohadillado con forma de cuadrado de 5,5 m de lado. Uno de los contendientes, generalmente el que asume el papel de villano, intenta infligir daño al oponente con simulaciones de sacarle los ojos, retorcerle los dedos y otras técnicas ilegales. Mientras, el oponente utiliza técnicas ortodoxas ganándose la simpatía de los espectadores, y al final, triunfa.


HISTORIA DE LA LUCHA LIBRE


La lucha libre ha sido popular desde las primeras civilizaciones históricas y existen documentos que así lo atestiguan. Los egipcios y babilonios representaron en relieves a luchadores que usaban la mayoría de las presas que se conocen en el deporte moderno. En la antigua Grecia, la lucha libre tuvo un lugar prominente en obras legendarias y literarias; la competición de lucha libre, brutal en muchos aspectos, era la prueba máxima de los Juegos Olímpicos. Los romanos adaptaron la lucha griega, eliminando algunos de sus aspectos más brutales y añadiendo otros nuevos. Japón tiene una tradición de lucha libre que se remonta a más de 2.000 años. El primer combate del que existe constancia documental en los anales de la lucha libre japonesa es del año 23 a.C.


En la edad media, siguió siendo popular y recibió el patrocinio de muchas casas reales, como las de Inglaterra, Francia y Japón. En Inglaterra se desarrollaron variantes parecidas en una serie de estilos regionales, como Devon y Cornualles, Cumberland y Westmoreland, y Lancashire (una forma de estilo libre). En América la introdujeron los primeros colonos, aunque encontraron que la lucha libre era ya popular entre los pueblos indígenas americanos. El estilo libre permanece en Estados Unidos y se practica con algunas modificaciones. Durante el siglo XIX, la lucha libre amateur fue uno de los deportes preferidos en las áreas rurales y la lucha profesional comenzó a hacerse muy popular. En Europa, la lucha libre se extendió durante el siglo XIX y se conoció en países más lejanos, como en el caso de Mongolia, que tiene una larga tradición de lucha libre. India y Pakistán han dado muchos luchadores notables. Otros países también han desarrollado estilos distintos: en Suiza, Schwingen; en Islandia, glima; en Rusia, sambo; en Turquía, yagli, y en España la lucha canaria y la lucha leonesa o aluche. Igual que en boxeo, los luchadores están clasificados en divisiones por pesos. Para los Juegos Olímpicos y campeonatos del mundo, los luchadores de estilo libre y grecorromano están divididos en categorías que abarcan desde los 48 kg para los pesos mosca super ligeros hasta los más de 100 kg para los super pesados. En los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna celebrados en 1896 se incluyó una división abierta a todos los pesos; la prueba la ganó el alemán Carl Schuhmann, que sorprendentemente medía sólo 1,57 m de altura. El estilo libre se introdujo por primera vez en los Juegos Olímpicos de 1904. En 1904 se celebraron en Viena, Austria, unos campeonatos del mundo oficiosos de lucha grecorromana, pero el primer campeonato del Mundo oficial se celebró en Helsinki en 1921; hubo otro campeonato en 1922, pero ninguno más hasta 1950. Desde entonces, se convocan de forma regular (ahora anualmente), en años no olímpicos. El primer campeonato de estilo libre se celebró en 1951 en Helsinki, Finlandia. Una gran mayoría de campeones de lucha proceden de Bulgaria, Finlandia, Hungría, Irán, Japón, la antigua Unión Soviética, Suecia, Turquía y Estados Unidos. Los luchadores japoneses tienen más éxito en las categorías menos pesadas y sus habilidades deben mucho a las artes marciales, especialmente al yudo y al sumo.

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